Pocos conocen la historia de cómo llegó a crearse BolandaNet y quienes la crearon, sinceramente nunca pensé que el día que decidimos tomar ese gran paso de estudio en el extranjero estaríamos cambiando el rumbo de nuestras vidas para siempre y que llegaríamos a tocar y cambiar la historia de tantos estudiantes. Hoy vengo a contarles un poco sobre cómo tomamos la decisión de dejar el poblao (Santa Cruz) y nos convertimos en estudiantes de intercambio; puede que en el camino te encontrés reflejad@ en ciertas circunstancias y este artículo te ayude de una u otra manera a tomar tu decisión de estudio en el extranjero.
Era 2018 y Diego y yo acabábamos de desistir de la compra de una casa y de sacar un crédito bancario, para entonces teníamos 25 años y manteníamos aún unas ganas locas de conocer el mundo. Un día, un amigo lo invitó a Diego a asistir a una charla sobre Irlanda que se haría esa misma mañana. Él con un poco de desconfianza me preguntó si querría asistir, esperando una obvia respuesta negativa ya que estaba lloviendo a cántaros (como sabe hacer bien el clima en Santa Cruz), teníamos trabajo pendiente en nuestra agencia de diseño y al ser yo la "sensata de la relación" sus expectativas de que yo dijera que si no eran altas. Para su sorpresa y la mía acepté por curiosidad y nos metimos a las calles inundadas de Santa Cruz.
Tras una breve charla sobre las posibilidades de estudio y trabajo en el país sin complicaciones ni trabas burocráticas de visado me costó un poco creer de que sea un proyecto verosímil y busqué de inmediato el gran "pero" o la trampa, porque al fin y al cabo salir a estudiar al extranjero para los bolivianos (en mi mente) venía siendo una tarea difícil sino imposible; sin embargo aquí estaba este agente de intercambios diciéndome que era tan simple como pagar un curso, tener dinero para demostrar la solvencia económica, comprar mi pasaje y esperar mi fecha de viaje (a la fecha nuevos cambios se han implantado para los bolivianos que quieren viajar a estudiar a Irlanda, pero ese es un tema aparte).
Para Diego (el soñador de la relación) no fue tan difícil confiar en la posibilidad y fue él quien dió el primer paso y tomó la decisión de comenzar a ahorrar.
Tras acabar de volver a Bolivia tras una ausencia larga en el extranjero, nuestra familia se inquietó al vernos nuevamente con la idea de hacer las maletas y nos hicieron las preguntas más lógicas del mundo ¿Por qué Irlanda? ¿No estaban comprando una casa? ¿Y qué pasa con tu carrera? ¿No les da miedo que sea al otro lado del mundo? ¿Qué harán con la barrera del idioma?
Con la convicción y nuestros instintos diciéndonos que no nos estábamos equivocando en esta decisión poco a poco fuimos convenciendo a nuestra familia, más que nada para que dejen de tener miedo por nosotros, pensando que si lográbamos quitarles el miedo nuestros propios nervios si irían, porque seamos sinceros, era un largo viaje de ida con muchas incógnitas entre medio.
Y aquí hago hincapié en este punto, el tema de la familia era muy importante para nosotros, tener el apoyo de nuestra familia era y es importante pero también entendíamos que nuestras generaciones eran diferentes y que nuestra idea de una "vida exitosa" eran distintas, puede que la nuestra no sea la correcta para nadie más que nosotros y eso está bien, al final el sentido de éxito al igual que muchas otras facetas en la vida es un camino individual no colectivo.
Mi madre preocupada que me vaya tan lejos, mi padre preocupado que no consiga trabajo y se consuma nuestros ahorros. Mis abuelos queridos preocupados por el idioma, ellos, de orígenes humildes después de haber trabajado duro por lo que tienen para que sus hijos sean profesionales no entendían por qué su nieta quería irse a otro país siendo profesional con la posibilidad de tener que levantar y limpiar platos. Los riesgos tan grandes no entraban en sus cálculos, para ellos a su edad que me vaya tan lejos era no volver a verme. Hoy, después de crear la empresa y guiar a varios estudiantes creería que es la familia en muchas ocaciones el gran "pero" para muchos y es normal, al final los latinos somos y vivimos para este hermoso núcleo familiar que tanto nos caracteriza.
Todo terminó cuadrando, al poco tiempo nos devolvieron el pago inicial que habíamos dado para la compra de la casa que ya no queríamos y con ese dinero fuimos directo a pagar nuestros cursos de inglés en Irlanda, ya no había vuelta atrás. Nos fijamos una fecha límite de seis meses para ahorrar y emprender el viaje, con esto nuestras familias asimilaron nuestra decisión y poco a poco se fueron acostumbrando a la idea.
Con la gran costumbre que ahora tengo de aconsejar a nuestros estudiantes según nuestra propia experiencia, es importante como persona o pareja fijarse metas alcanzables, de este modo evitamos las frustraciones y o buscamos otras opciones más adecuadas a nuestra realidad. Muchas veces nos llegan estudiantes que quieren viajar en un mes, dos semanas o lo antes posible, pero creanme todo en orden y con paciencia tiene mejores resultados, en especial cuando hablamos de un viaje de dimensiones internacionales.
Los nervios a lo desconocido, los miedos que nunca faltan y la emoción nos llenó de energías para ahorrar y tener todo en orden para nuestra experiencia irlandesa.
Finalmente llegó el gran día, con la noche anterior fresca aún en nuestra memoria en donde nuestros más queridos amigos se dieron el tiempo para darnos una despedida y las lágrimas de nuestra familia en el aeropuerto emprendimos nuestra gran aventura irlandesa con esperanzas y ansiedad por saber qué nos traería este nuevo capítulo.
La historia de cómo pasamos de estudiantes de intercambio a creadores de BolandaNet te lo dejo para otro blog, déjanos tu comentario si te sentís reflejado en la difícil decisión de dejar el nido o si queréis un segundo blog de nuestras anécdotas de estudio y trabajo.